La Cumbre de Trabajo Social 2025 fue mucho más que un evento académico: fue una experiencia transformadora que unió voces, corazones y saberes del Trabajo Social. Durante tres días, del 27 al 29 de marzo, reafirmamos nuestro compromiso colectivo con el bienestar, el empoderamiento de la mujer y la justicia social en toda la región.
Desde el primer saludo hasta el último panel, vivimos un reencuentro inolvidable para quienes soñamos y trabajamos por un mundo más justo. Celebrada desde República Dominicana en formato presencial, esta edición de la cumbre fue un verdadero llamado a la acción, al encuentro y a la esperanza colectiva que nace de la unidad profesional.
Bajo el lema “Mujer: Bienestar y Empoderamiento Social”, nos reunimos con profesionales de toda América Latina y el Caribe para dialogar, compartir experiencias y abrazar lo que somos: agentes de cambio. El evento se convirtió en un espacio vibrante de reflexión, aprendizaje y conexión, donde el rol del Trabajo Social brilló como motor esencial para la defensa de derechos, el fortalecimiento de comunidades y la construcción de sociedades más equitativas.
* Más de 15 países representados
* Conferencias con referentes internacionales
* Paneles con experiencias desde la academia, el Estado y la sociedad civil
* Presentaciones de delegaciones y dinámicas que nos emocionaron hasta las lágrimas

Cada jornada nos regaló momentos únicos: desde ponencias magistrales hasta paneles sobre políticas públicas, innovación social y liderazgo femenino. Se abrieron espacios de intercambio donde cada voz fue escuchada, y cada historia compartida nos recordó por qué elegimos esta profesión que transforma realidades con empatía, ética y acción.
Uno de los momentos más conmovedores fue la presentación del proyecto que lidera nuestra presidenta, Esther Candela, junto a las familias afectadas por la enfermedad de Huntington en Perú. Un ejemplo claro de cómo el Trabajo Social puede llevar esperanza, humanidad y acompañamiento donde más se necesita.
Desde OITS, sentimos un profundo orgullo por lo vivido. Esta cumbre no solo unió generaciones y potenció alianzas, sino que encendió aún más la llama que nos mueve como comunidad profesional: la convicción de que donde hay una causa social, siempre habrá una trabajadora o un trabajador social dispuesta a actuar.
Y tú, que fuiste parte o seguiste este evento, sabes que esto recién comienza.
Seguimos caminando juntas y juntos, impulsando una comunidad fuerte, ética y transformadora.
Te invitamos a revivir los momentos más emocionantes y a compartir esta nota con quienes creen, como tú, en el poder del Trabajo Social.